La casa se construirá sobre la colina situada casi a la entrada de la parcela.
Dada la configuración del terreno se impone allanar una extensión de unos mil metros cuadrados. La parte sur de esta extensión limitará con el camino que rodeará la vivienda. En la linde norte habrá también un terraplén de un par de metros de altura.
Toda la tierra extraída de la colina no se eliminará, al contrario servirá para allanar el terreno al sur de la casa. En todo caso es posible que el terreno al sur de la casa esté uno o dos metros por debajo del terreno norte, pero siempre en llano, no quiero dejar pendientes más que en los caminos y en las lindes.
Para el plano de la casa buscaré una orientación exacta Este-Oeste, estando la entrada de la misma situada en la fachada Sur. Ya que el espacio no es problema plantearé unos cimientos de 18X11 metros, dando una superficie de casi 200 m². Aunque parece una extensión excesiva, no es mi idea construir una vivienda tan grande, pero sí darle la opción de crecer en un futuro más o menos lejano.
La casa tendrá dos plantas, sirviendo la primera, semisótano, de taller, almacén, garaje, despensa y cualquier actividad que quiera realizar. La planta principal será la vivienda, con salón, cocina y varios dormitorios.
Los planos definitivos de la casa quedarán pendientes para mucho más adelante, pero una primera aproximación podría ser la aquí presente. En la fachada sur se instalarían Cocina y Salón, y en la fachada norte dos dormitorios. El resto de la planta quedaría diáfano aunque con la idea de, en un futuro más o menos lejano, acondicionar más dormitorios, otro cuarto de baño, quizás un cuarto de costura, o lo que se pueda presentar.
Este plano puede cambiar si en un momento dado encuentro una distribución mejor, pero en principio es la que me parece más apta.
En la construcción de la vivienda habrá que distinguir tres tipos de muros diferentes. El muro de la fachada sur será grueso, de 50 o más cm de espesor y relleno de tierra extraída del mismo terreno de la parcela mezclado con algo de cemento para aumentar su dureza. No contará con aislamiento térmico, pero el hecho de ser tan grueso hará que tenga una gran inercia térmica que servirá como sistema de acumulación de calor. (véase el capítulo de la calefacción).
Los demás muros exteriores podrán ser más finos pero contarán con un sistema de aislamiento térmico interno, para evitar la transmisión de calor a través de ellos.
Los muros internos tendrán tan solo aislamiento acústico.
El mismo criterio seguiré en la planta semisótano, con la salvedad de que el muro sur sí estará aislado pero externamente con el fin de que el calor o el fresco acumulado en él no se pierda hacia el terreno circundante.
En cuanto al material de construcción, intentaré usar principalmente productos ecológicos. Para los muros, por ejemplo, he pensado usar Tapial, un sistema de construcción bastante usado en la antigüedad y del que aún se conservan bastantes casas en pie, habiendo aguantado algunas hasta un par de siglos.
Consiste en preparar un encofrado como si fuéramos a verter cemento, pero rellenarlo de tierra del mismo terreno de la parcela mezclada con cemento en unas proporciones adecuadas para darle dureza. Para las vigas elegiré madera y para el aislamiento térmico corcho triturado.
Otras ideas
El tejado de la casa será plano para, en el futuro, instalar en él placas solares y sistemas de calentamiento de agua. Sobresaldrá uno o dos metros de la fachada sur. Con esto se conseguirá que en verano, que el sol está más alto, no llegue a dar el sol en la fachada sur, pero en invierno, con el sol mucho más bajo este voladizo no impedirá que el sol incida directamente en toda ella.
Estará pintado con pintura de intemperie blanca que refleje la mayor cantidad posible de luz solar evitando que se convierta en calor. Esto reducirá bastante el calor que entre en los muros pintados de blanco, pero no detendrá las pérdidas de calor en invierno, por tanto hay que mantener por la parte interior de los muros y techos un buen sistema de aislamiento.
Por otro lado esta es mi contribución al protocolo de Kioto ante el riesgo de calentamiento global por el cambio climático: Si todos los tejados de todas las casas de todo el mundo se pintaran de blanco, o incluso se forraran de un material reflectante como el papel aluminio, la cantidad de luz reflejada al espacio sería tan importante que fácilmente podríamos frenar el calentamiento global y a un precio mucho más reducido de lo que nos va a costar el protocolo de Kioto.
El suelo de la vivienda tendrá un sistema de calefacción radiante alimentada por agua que se calentará en el tejado descendiendo por uno de los muros interiores y que se distribuirá por las distintas dependencias de la casa.
En un panel de control en dicho muro se encontrarán las válvulas que permitirán abrir y cerrar las conducciones de las habitaciones según se vayan a usar o no. En su momento estas válvulas serán sustituidas por electro válvulas que podrán ser activadas por un programa informático o bien a través de internet.
El muro que separa los dormitorios del pasillo también contará con tubo radiante y con bastante masa térmica, con el fin de mantener calor radiante en los dormitorios a lo largo de toda la noche.